En el municipio de Coacalco, Estado de México, el transporte público continúa operando con normalidad, pero la presencia de las llamadas “autodefensas” ha generado un ambiente de desconfianza entre los pasajeros. Las combis y camionetas de transporte concesionado siguen su ruta con pasajeros que suben y bajan apresuradamente, manteniendo un aire de cautela.
La incertidumbre se ha apoderado de los usuarios, quienes abordan los vehículos con precaución, asegurando firmemente sus bolsas y mochilas mientras permanecen alerta durante todo el trayecto. Esta sensación de inseguridad se ha exacerbado en las últimas semanas, coincidiendo con un incremento en los casos de asaltos en las combis, según lo señalan tanto choferes como pasajeros.
En los últimos días, las “autodefensas” han llevado a cabo operativos de seguridad intermitentes en la zona. Algunas camionetas de transporte concesionado y vehículos particulares han patrullado las calles, identificándose con cartulinas que los etiquetan como parte de este grupo de autodefensa. Estas acciones han generado opiniones divididas entre la comunidad local.
Un checador de la Plaza Coacalco compartió su perspectiva con nuestro medio: “Por un lado, están bien las autodefensas, porque los policías municipales aquí la verdad no hacen nada. Pero por otro lado, solo causan problemas y afectan a los pasajeros debido a los paros y el tráfico que provocan”.
Las cifras oficiales respaldan la percepción de que los asaltos en las combis han aumentado en las últimas semanas en Coacalco, un municipio dirigido por el aliancista David Sánchez Isidoro. Aunque las “autodefensas” han intentado llenar el vacío de seguridad que muchos sienten, su presencia también ha causado interrupciones y perturbaciones en el transporte público y la vida diaria de los habitantes.
La comunidad sigue atenta al desarrollo de esta situación, esperando encontrar un equilibrio entre la seguridad necesaria y la normalidad en el transporte público. Las autoridades locales enfrentan el desafío de abordar los problemas de inseguridad y garantizar el bienestar de los ciudadanos, mientras se busca una solución que restablezca la confianza en el sistema de transporte y en la seguridad en general.
