En la madrugada del miércoles, un violento enfrentamiento armado tuvo lugar en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), desatando momentos de caos y alarma entre los presentes. La balacera se originó durante una persecución entre elementos de la policía municipal de Nezahualcóyotl, Estado de México, y un grupo conformado por tres individuos.
El tiroteo, que ocurrió en la terminal dos del aeropuerto, resultó en dos personas heridas, quienes fueron rápidamente atendidas por personal médico en el lugar. Además, dos agentes policiales de Nezahualcóyotl fueron detenidos en relación con el incidente. Los oficiales involucrados en el enfrentamiento fueron identificados como Sergio “N” y Leonardo “N”.
La Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJCDMX) ha iniciado una investigación exhaustiva sobre el caso, enfocándose en los cargos de lesiones y ejercicio abusivo de autoridad por parte de los uniformados. Este incidente ha generado un debate en torno al uso de la fuerza y los protocolos de actuación policial en situaciones de alta tensión.
#VIDEO | Así empezó la #balacera que se desató en el estacionamiento de la #Terminal2 del #AICM ✈️ y dejó a dos policías detenidos 👮👮.
➡️ Los perseguidos bajaron del auto cómo si nada 🤔https://t.co/ozBlIR6dqW pic.twitter.com/viV94KtZBc
— Infopolitano (@infopolitano) August 10, 2023
La noche anterior, el programa Imagen Noticias compartió un video en el que se registran los momentos previos y el desarrollo de la balacera. En las imágenes, se puede observar cómo un automóvil blanco aguardaba en la entrada del estacionamiento, cuando uno de los policías municipales se acercó a la ventana del conductor, aparentemente intentando detener a los ocupantes del vehículo.
Este evento ha suscitado preocupación y discusión sobre la seguridad en los espacios públicos, así como sobre la necesidad de una mayor capacitación y supervisión en las fuerzas del orden para evitar el uso excesivo de la fuerza y garantizar la protección de los ciudadanos.
Las autoridades continúan recopilando evidencia y testimonios para esclarecer los detalles de lo ocurrido y determinar las responsabilidades correspondientes. La investigación sigue su curso mientras la ciudadanía espera respuestas y medidas concretas para prevenir incidentes similares en el futuro.
