En la madrugada de este jueves, cinco sicarios del Cartel del Golfo fueron entregados a las autoridades mexicanas en una camioneta, atados de pies y manos. Según fuentes locales, esta entrega fue a modo de “disculpa” por el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses el pasado viernes.
Los sicarios portaban una manta escrita por el “Grupo Escorpión”, una célula criminal del Cartel del Golfo, en la que pedían disculpas a las familias de Matamoros por la inseguridad que se ha vivido en la zona en las últimas semanas.
Dos de los cuatro ciudadanos estadounidenses secuestrados el pasado viernes fueron rescatados con vida y trasladados a Estados Unidos. Según las investigaciones del FBI, los estadounidenses llegaron en coche a la ciudad de Matamoros, donde fueron interceptados por un pistolero no identificado. Los hombres fueron metidos a la fuerza en un vehículo y sacados del lugar por hombres armados.
A pesar de la entrega de los sicarios, las autoridades continúan investigando el secuestro y trabajando para garantizar la seguridad en la zona. El Cartel del Golfo es uno de los grupos del crimen organizado más activos en la región y ha sido responsable de numerosos actos violentos en los últimos años.
El secuestro de ciudadanos estadounidenses es uno de los casos más recientes de violencia relacionada con el crimen organizado en México, lo que ha generado preocupación en ambos lados de la frontera.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado en varias ocasiones su compromiso en la lucha contra el crimen organizado, especialmente en estados como Tamaulipas, donde se encuentra la ciudad de Matamoros.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas, la violencia relacionada con el crimen organizado continúa siendo una amenaza constante en la región, afectando no solo a los ciudadanos locales, sino también a los turistas y visitantes extranjeros.
El secuestro de ciudadanos estadounidenses ha sido uno de los casos más recientes y alarmantes en la región, lo que ha generado la preocupación de las autoridades estadounidenses y ha aumentado la presión sobre México para mejorar la seguridad en la zona.
Las autoridades continúan investigando el secuestro y trabajando para identificar a los responsables y garantizar la seguridad de los ciudadanos en la región.
