En respuesta al cierre del establecimiento Black Royce en Naucalpan, donde lamentablemente falleció el empresario Íñigo Arenas Sainz, un grupo de meseras de diversos establecimientos se manifestó frente a los juzgados y el penal de Barrientos. Las trabajadoras denunciaron la estigmatización de su labor y rechazaron ser catalogadas como ‘goteras’, haciendo un llamado a que su empleo no sea puesto en peligro debido a los acontecimientos recientes.
El incidente en cuestión gira en torno a las acusaciones por parte del Ministerio Público de que cuatro jóvenes que acompañaron al empresario antes de su trágico fallecimiento habrían colocado una sustancia en su bebida. Dos de los detenidos fueron presentados como meseros, mientras que las jóvenes fueron identificadas como acompañantes que atendieron al fallecido, de 41 años.
Las manifestantes portaban carteles con el lema “Somos meseras, no goteras”, enfatizando su rechazo a la caracterización errónea de su trabajo. Cuando la abogada fue cuestionada sobre el rol de las jóvenes detenidas, explicó que eran “ayudantes de meseros”, cuya función consistía en apoyar a los meseros en su labor. La abogada aclaró con determinación que estas jóvenes no eran damas de compañía ni hostess, sino trabajadoras del establecimiento.
Por otro lado, la representante del Black Royce Naucalpan se manifestó en defensa del bar y su personal. Afirmó que el establecimiento cumplía con todas las medidas requeridas y que, incluso antes de la solicitud de la fiscalía, habían presentado al personal involucrado en los acontecimientos. La defensa subrayó su compromiso con la seguridad y el cumplimiento normativo.
La situación ha generado un debate sobre la labor de las meseras y su percepción en la sociedad. El gremio ha alzado la voz para exigir respeto y reconocimiento por su trabajo legítimo en el ámbito de la hospitalidad. La defensa del Black Royce Naucalpan también busca esclarecer los hechos y mantener la integridad del establecimiento ante la opinión pública.
Las investigaciones siguen su curso, y tanto las manifestantes como el establecimiento esperan que se haga justicia y se aclaren las circunstancias que rodean el trágico suceso en el Black Royce.
Sin embargo, dijo desconocer el horario en que debía de haber cerrado, pese a que, según las autoridades de Naucalpan, el horario de cierre de todos los establecimientos de este tipo es a las 2 de la mañana
