En la ciudad de Naucalpan, Estado de México, un clamor unánime resuena en las calles: “¡Los mercados no se venden!”. Este es el grito de desesperación y resistencia de cientos de comerciantes del Mercado La Mancha 2 que se dieron cita frente a la presidencia municipal para manifestarse contra lo que denuncian como intentos de despojo de sus locales comerciales.
Los manifestantes, preocupados por la amenaza inminente de perder sus fuentes de empleo, han sido presuntos objetivos de actos de corrupción. Con cartulinas en alto y voces que resonaban firmeza, comunicaron que aunque contribuyen con el pago de mantenimiento y seguridad, se enfrentan a la incertidumbre por la falta de pagos de uso de suelo, situación que las autoridades de la Subdirección de Concertación Comercial de Naucalpan han comenzado a utilizar como pretexto para desalojarlos.
Benito, quien funge como secretario del mercado afectado, ha denunciado públicamente que los espacios comerciales están siendo traspasados ilegalmente por cantidades que ascienden hasta los 40 mil pesos, lo que describe como una clara transgresión a los derechos de los vendedores locales, quienes día a día ofrecen productos que van desde alfalfa y zapatos hasta artículos de jarciería y mercería.
Los locatarios, hombres y mujeres por igual, han expresado su disposición a regularizar los pagos por el uso de suelo, demostrando su compromiso y la importancia que tiene el mercado no solo como lugar de comercio, sino como una comunidad y un hogar económico para más de 2,500 familias.
El dirigente de los comerciantes, Jesús Moreno, destacó la gravedad de la situación, señalando el deterioro de los mercados públicos por falta de atención y el riesgo latente de ser despojados.
La protesta fue captada en imágenes por la fotógrafa Rebeca Jiménez, quien documentó el evento para ‘EL UNIVERSAL’. Las fotografías muestran la determinación de los comerciantes en su lucha por ser escuchados y atendidos por las autoridades locales, buscando poner fin a las presuntas extorsiones por parte de servidores públicos.
El conflicto en Naucalpan resalta una problemática más amplia sobre la corrupción y el tratamiento de los espacios comerciales públicos en México. Mientras la situación en Naucalpan sigue desarrollándose, los ojos de la comunidad y la prensa permanecen atentos, esperando una resolución justa que permita a los comerciantes seguir con sus labores y sustento.
