Recibe las últimas noticias de de tu Municipio, Para suscribirte sólo tienes que dar click aquí

La noche del pasado martes, un hombre de 63 años comenzó a tener dificultados para respirar, acudió a una revisión a un consultorio particular ubicado en fuentes del valle en el municipio de Tultitlán , ya que presentaba síntomas de covid-19.

EL medico le prescribió algunos medicamentos y le solicito una placa de manera urgente, es por eso que el hombre acompañado de su familia se transado a los laboratorios ubicados sobre la avenida López portillo a la altura de los fraccionamientos ex hacienda san Felipe en Coacalco.

Antes de entrar al sitio el sujeto presento problemas al respirar por lo cual se sentó para tratar de respirar mejor pero desafortunadamente perdió la vida por síntomas de Covid-19.

La sorprendente incredulidad en torno a la enfermedad más letal que ha tenido la humanidad por lo menos en dos siglos, el XX y lo que va del XXI, porque ha sido en los cuatro primeros meses del año 2020. Muchos de esos incrédulos argumentan complots de todo tipo y de todo nivel para justificar no su ignorancia, sino la necedad de tratar de racionalizar un asunto; por eso mismo se convierten en un peligro para las personas que conviven con ellos.

Negar la existencia del COVID-19 y continuar haciendo las cosas como si no ocurriese nada de eso es un peligro para los que tienen la desgracia de estar cerca de ellos debido a la falta de precauciones necesarias para contagiarse o ser foco de infección. Si no cree en el coronavirus, quiere decir que no se cuida; si no se cuida, quiere decir que se puede contagiar, y sí lo hace, puede contagiar a los demás…

Los riesgos de encontrarse con alguien incrédulo es que por esa razón muchas de las enfermedades no desaparecen y las que se creían desaparecidas regresaron. Y no es necesariamente por la falta de muertos o los nombres de los infectados, a los que tanto insisten en querer ver para confirmar la existencia, porque no es eso, sino que es una necedad que perdura.

En estos cuatro meses que se llevan desde que se expandió el COVID-19 casi por todo el mundo hay personas que están en riesgo sin saberlo, pero aquellas que más riesgo corren son quienes no toman las precauciones porque están convencidas de que ser incrédulas evitará que se enfermen… pobres, pobres de ellas y pobres de sus cercanos.



Compartir