Corrupción, extorsión y brutalidad policíaca aumentan en Coacalco

Corrupción, extorsión y brutalidad policíaca aumentan en Coacalco
Corrupción, extorsión y brutalidad policíaca aumentan en Coacalco

En el transcurso de la administración municipal en Coacalco, Estado de México, la corrupción, la extorsión, la brutalidad policíaca y el abuso de autoridad han aumentado significativamente. Según un estudio del Consejo Ciudadano de Seguridad, la corporación policíaca en esta ciudad es considerada la más corrupta y temida del estado. La población le tiene más miedo a los uniformados que a los delincuentes, lo que ha generado una gran indignación entre los ciudadanos.

Los abusos por parte de la policía municipal son múltiples y variados. Entre ellos, se incluyen el atraco en la vía pública, las tradicionales “razias”, la detención de noctámbulos a las afueras de los antros de vicio, la detención de parejas a la salida de hoteles y moteles, y el robo a conductores en estado de ebriedad. La corrupción de los uniformados se ha acelerado en los últimos meses, lo que ha aumentado la desconfianza y el descontento de la población.

Los ciudadanos de Coacalco saben que la mayoría de los elementos policíacos son muy corruptos y tienen vicios muy arraigados. Esto hace imposible una moralización, ya que la mayoría practica los métodos “gansteriles” de sus jefes, quienes les enseñan la mejor cátedra para robar a la población, contando con la protección oficial de las autoridades. Las denuncias en contra de la policía siempre son archivadas y no atendidas, lo que ha generado un gran malestar entre la población.

El alcalde de la ciudad prometió combatir la corrupción policíaca, pero según los ciudadanos, es inútil. Se requiere dar de baja a más del 80% de los uniformados para hablar de un proyecto viable. Todo lo que se dice al respecto son “valores entendidos”, demagogia y marketing político de las autoridades municipales.

Los pretextos para extorsionar a la población son múltiples, como sospechosos, faltas a la moral, aliento alcohólico o simplemente porque los ven “feo”. La cuota varía, en la patrulla de 350 a 500 pesos, incluyendo chamarra y reloj. En las instalaciones policíacas de 3 a 3 mil 600 pesos, según sea la falta administrativa y sin recibo oficial de pago.

En resumen, la situación de corrupción y abuso de autoridad por parte de la policía en Coacalco es alarmante y requiere una atención inmediata por parte de las autoridades responsables. La población está indignada y exige una solución real y efectiva a esta situación que afecta su seguridad y bienestar.


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