CHALCO, 17 NOVIEMBRE 2023 – En un acto que ha consternado a la comunidad y simpatizantes de la lucha contra la violencia de género, la “antimonumenta”, un símbolo de resistencia y homenaje a las víctimas de feminicidio, ha sido brutalmente vandalizada. Situada en el camellón de la carretera Mixquic-Chalco, este memorial rendía tributo a Salma Correa y Renata Martinely, cuyas vidas fueron trágicamente arrebatadas en actos de violencia incomprensible.
Un Grito en Silencio: La Antimonumenta y su Significado Instalada desde el 14 de septiembre, la antimonumenta era más que una simple estructura: era un grito en silencio, un recordatorio persistente de las atrocidades cometidas en Tlalmanalco y Ixtapaluca en 2019 y 2020, respectivamente. Conformada por una cruz de madera pintada de rosa y placas de metal, llevaba inscripciones que perpetuaban la memoria de Salma y Renata, más allá de sus trágicos finales.
Vandalismo: Un Ataque a la Memoria y la Lucha por la Justicia El acto vandálico ha sido percibido no solo como un ataque a un objeto físico, sino como una agresión directa a la memoria de las víctimas y a la lucha incansable de sus familias por justicia. Gloria, madre de Salma Correa, lo ha descrito como un “acto de odio” contra ellas y su causa. Este suceso ha desgarrado nuevamente las heridas de familias ya devastadas y ha mostrado una trágica falta de respeto y empatía hacia el dolor ajeno.
La Vida de las Víctimas: Recordando a Salma y Renata Salma Correa era madre de una niña de cuatro años cuando su vida fue truncada en un accidente con un transporte público. Renata Martinely, una adolescente de 13 años, encontró un destino aún más cruel, siendo asesinada dentro de su propio hogar. Estos casos, emblemáticos de la violencia de género en México, se han convertido en símbolos de la lucha contra este flagelo.
Conclusión: Un Llamado a la Reflexión y Acción Este desafortunado incidente no solo es un reflejo de la intolerancia y la violencia que aún prevalecen en la sociedad, sino también un llamado urgente a la reflexión y acción. Es imperativo que las autoridades y la sociedad en su conjunto reconozcan la gravedad de estos actos y se comprometan a una lucha más efectiva contra la violencia de género, garantizando la justicia y el respeto a la memoria de todas las víctimas.
