Después de más de tres décadas, los microbuses dejarán de circular en la Ciudad de México, para dar paso a autobuses más modernos y eficientes, como parte del plan de renovación del transporte público de la capital.
Los microbuses comenzaron a operar en 1987 como una alternativa a los autobuses que pertenecían a la empresa Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta 100. Desde entonces, se convirtieron en un medio de transporte cotidiano para millones de ciudadanos, pero también en un problema de seguridad y movilidad, debido a su mal estado y a la falta de regulación.
En una conferencia de prensa, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció los avances del proyecto de movilidad y la implementación de los bonos para la chatarrización de dos mil 485 unidades de microbuses, con lo que se espera retirar por completo este tipo de transporte en la ciudad.
“Están listos todos los instrumentos, están listos todos los bonos, el asunto es contar con la voluntad de todos los transportistas que, estamos seguros que va a ser así”, señaló Sheinbaum.
La transición del proyecto de movilidad será completa a mediados del próximo año, con lo que se espera mejorar la calidad del servicio de transporte público, reducir la contaminación y el tráfico en la ciudad. Algunas unidades de microbuses ya han dejado de circular debido a la implementación de otros proyectos de movilidad, como la extensión de las líneas uno y tres del Metrobús y el trolebús elevado.
Con el retiro de los microbuses, se espera una mejora significativa en la calidad del transporte público en la Ciudad de México, así como un paso importante hacia una movilidad más sostenible y eficiente en la ciudad.
