En un incidente inesperado, una puerta de acceso de un camión del Metrobús de la Ciudad de México explotó en la estación Rojo Gómez, dejando a una mujer de la tercera edad con lesiones leves en su mano debido a la proyección de vidrios.
El suceso generó momentos de pánico y alarma entre los pasajeros presentes en el vehículo de transporte público. El estruendo y la dispersión de vidrios causaron un momento de caos en la estación, con gritos de miedo que resonaron en el ambiente.
La mujer afectada, de edad avanzada, sufrió lesiones menores en su mano derecha a raíz de los fragmentos de vidrio que se desprendieron tras la explosión de la puerta. Rápidamente, otras pasajeras buscaron ponerse a salvo ante la situación.
El conductor, sorprendido por el incidente, detuvo el vehículo y observó la magnitud de los daños con incredulidad. Aunque la situación generaba urgencia y preocupación, el conductor no solicitó la presencia de elementos de la policía local para brindar atención inmediata a la mujer lesionada.
A pesar de las lesiones leves y el pequeño sangrado en la mano derecha, la dama no recibió preguntas sobre su estado ni se le ofreció una revisión médica. Este episodio plantea la necesidad de una respuesta más eficiente y empática por parte de las autoridades y el personal encargado en situaciones de emergencia en el transporte público de la ciudad.
