Vecinos temen que colapse otro puente en Neza
La reciente caída del puente peatonal Los Rosales en la zona que conecta Chimalhuacán con Nezahualcóyotl ha sembrado una creciente preocupación entre los vecinos. Tras el accidente que resultó en once personas lesionadas el jueves pasado, la comunidad urge a las autoridades competentes una revisión inmediata de los puentes restantes, especialmente el puente peatonal de Los Olivos. Este último, uno de los tres puentes de la zona, es motivo de inquietud debido a las vibraciones que produce el paso de motocicletas y otros vehículos.
El temor de un segundo colapso no es infundado. Los residentes reportan que la estructura, que tiene varias décadas y está construida sobre el canal de aguas negras del Río La Compañía, ha comenzado a mostrar signos preocupantes de deterioro. “Necesitan venir a revisarlos a ver cómo están, para garantizar la seguridad de todos”, expresó un residente, señalando la urgencia de atención gubernamental ante la situación.
Otro habitante expresó su alarma por la movilidad perceptible de la estructura, un fenómeno que, según su testimonio, ha estado ocurriendo por los últimos tres meses. Aunque hubo esfuerzos comunitarios para reparar daños en el pasado, es evidente la necesidad de una intervención profesional para asegurar la integridad del puente.
La estructura en cuestión, aunque sometida a reparaciones hace unos años, muestra signos claros de corrosión en sus soportes de metal, que sostienen una base de cemento. Este deterioro refuerza la ansiedad colectiva de ver un destino similar al del puente de Los Rosales.
Ante la demanda ciudadana, la gobernadora se hizo presente en la zona, reconociendo la gravedad del asunto y la importancia de preservar la seguridad pública. Su visita marca un reconocimiento oficial de la situación y la esperanza de una respuesta rápida por parte del gobierno.
La población local ha sido enfática en su petición: el mantenimiento y la revisión de los puentes no es solo una cuestión de mantenimiento urbano, sino una medida crítica para la protección de la vida y el bienestar de las personas que diariamente dependen de estas estructuras para su traslado.
La comunidad se encuentra a la espera de un plan de acción que asegure que la tragedia del puente Los Rosales no se repita en otro punto de su red de pasos peatonales.
