Nezahualcóyotl, Estado de México – El pasado 25 de abril, la tranquilidad de la colonia Juárez Pantitlán, en Nezahualcóyotl, se vio perturbada por un acontecimiento tan insólito como desagradable: carne podrida emergiendo de las coladeras. Los vecinos de la zona, alarmados por el olor fétido y la vista de desechos orgánicos en las calles, no tardaron en reportar el incidente a las autoridades locales.
Según relatos de los residentes, el origen del problema podría estar relacionado con una fábrica de embutidos situada en las proximidades. Ante la gravedad de la situación, los habitantes solicitaron una inspección urgente de esta instalación, sospechando que pudiera ser la fuente de los residuos.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. El Gobierno de Nezahualcóyotl informó a través de un comunicado en sus redes sociales que, aproximadamente a las 00:25 del jueves, concluyeron los trabajos de limpieza en los colectores centrales de la calle Nezahualpilli. “Hace unos momentos culminó la limpieza de los colectores centrales de la calle Nezahualpilli, donde se reportó esta tarde un problema derivado de posibles residuos originados por una empresa en la zona”, anunció el gobierno local.
En el operativo de limpieza participaron diversas brigadas de Odapas Nezahualcóyotl, así como personal de Protección Civil, Seguridadneza, Medio Ambiente y Normatividad, asegurando así una respuesta integral al incidente.
Aunque la situación bajo tierra ha sido controlada, las investigaciones continúan. Las autoridades han prometido seguir de cerca el caso para deslindar responsabilidades y, de ser necesario, tomar medidas contra la empresa implicada. Según un reportaje de Imagen Noticias, no se descarta la clausura de la fábrica de embutidos si se confirma su responsabilidad en el vertido de desechos.
Este inusual suceso ha puesto de relieve la necesidad de vigilancia y regulación ambiental más estrictas en zonas industriales, especialmente en áreas residenciales cercanas. Los vecinos de Juárez Pantitlán esperan que este incidente no solo se resuelva a fondo, sino que también sirva de precedente para evitar futuros problemas de salubridad pública.
Conclusión
Mientras el misterio de la carne podrida sigue sin resolverse completamente, la comunidad de Nezahualcóyotl permanece alerta y espera respuestas concretas y acciones firmes por parte de las autoridades para garantizar que su entorno se mantenga seguro y limpio. La cooperación entre los residentes y las autoridades será fundamental para asegurar que incidentes de esta naturaleza no se repitan en el futuro.
