Andrei tenía 15 años y era el único superviviente de los cuatro ladrones que abordaron el transporte público en Tonanitra rumbo a Naucalpan y robaron a los usuarios, pero fueron ejecutados a tiros por un soldado.
Él y sus tres cómplices ingresaron a una camioneta Nissan Urvan y robaron a pasajeros en la ruta por el barrio Villas de Tonanitla hacia el municipio de Naucalpan.
Allí, dos hombres, una mujer y un adolescente amedrentaron a los usuarios y conductores con armas de calibre 22, obligándolos a entregar dinero y teléfonos móviles.
La orden del conductor fue no detenerse y los pasajeros comenzaron a ser registrados y robados.
Frente a los cuatro atacantes se encontraba un pasajero militar pero vestido de civil. Sacó su arma y ejecuto a tres maleantes.
Después de la explosión, el conductor se detuvo y arrojaron los cuerpos al lado del desagüe junto a el sobreviviente.
El miércoles por la noche, la policía recibió una llamada solicitando ir al lugar para ayudar a un adolescente herido. Pero allí encontraron los cuerpos de dos hombres y una mujer, cuyas identidades no se han determinado hasta el momento.
Los sobrevivientes heridos fueron trasladados al hospital y aún se encuentran bajo custodia. Antes de ingresar al quirófano, el joven les contó a los agentes sobre la situación.
