Naucalpan, Estado de México. – Residentes del municipio de Naucalpan llevan más de dos semanas sin acceso regular al agua potable, un problema que ha escalado tensiones y generado preocupaciones significativas entre la comunidad. A pesar de que el líquido que finalmente reciben es tratado, los vecinos denuncian que el costo de las pipas de agua, que se han convertido en la única solución temporal, es exorbitantemente alto, alcanzando los $1700 por servicio.
Situación crítica
La falta de agua ha afectado a numerosas familias de Naucalpan, quienes expresan su frustración ante la escasez que altera su vida diaria. “Es desesperante levantarse y no saber si habrá agua para las necesidades básicas”, comenta Mariana Gómez, madre de tres hijos y residente del área afectada. Esta situación ha llevado a los vecinos a depender completamente de las pipas para obtener agua, aunque el costo representa una carga financiera considerable para muchos.
Respuestas insuficientes
Aunque las autoridades locales han implementado medidas como el envío de pipas de agua, la comunidad argumenta que estas no son suficientes ni sostenibles a largo plazo. “El agua que nos llega en las pipas es tratada, lo cual es positivo, pero el precio es muy alto y no todos pueden permitírselo”, agrega Gómez. Esta situación ha intensificado el llamado a las autoridades para que implementen soluciones más efectivas y permanentes.
▶Vecinos de Naucalpan, Edomex, reportan que llevan 15 días sin agua y las pipas cuestan $1700; sin embargo, señalan que el líquido es tratado.
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— @telediario (@telediario) May 3, 2024
Buscando soluciones
Frente a esta crisis, los vecinos han comenzado a organizarse para exigir acciones concretas que aseguren el suministro de agua de manera regular y a precios accesibles. Asimismo, se han planteado iniciativas comunitarias para mejorar la eficiencia en el uso del agua disponible, aunque reconocen que estas medidas son solo paliativos ante un problema que requiere una solución estructural.
La comunidad de Naucalpan espera que sus voces sean escuchadas y que pronto se encuentren soluciones que restablezcan el suministro de agua a precios justos, garantizando el acceso a este recurso vital de manera equitativa y sostenible. Mientras tanto, la solidaridad y la organización comunitaria se perfilan como elementos clave en la lucha por la gestión adecuada del agua en la región.
