En Ciudad Satélite Naucalpan así duermen indígenas
En Ciudad Satélite Naucalpan así duermen indígenas

Paula se jugueteaba el cabello mientras les decía a sus hijos y nietos que era hora de levantarse, eran las siete de la mañana y todos dormían entre lonas y frazadas, en el suelo, en la vereda, en la calle Pafnuncio Padilla, en Ciudad Satélite, una familia de tres indígenas mazahuas, que venden artesanías en Naucalpan y pernoctan en la vía pública, al aire libre ya veces cubiertos con lonas bajo la lluvia.

“Nosotros vendemos bolsas tejidas, donde pagan 300 o 350 pesos según como se vaya el cliente, pero siempre se puede hacer más”, dijo Paula, de 42 años, de La Lago, San Antonio.

Explicó que vende sus artesanías en Ciudad Satélite y que en cada ciclo festivo, al igual que otras mujeres aborígenes, se ve obligada a traer niños porque no hay quien se quede, por eso, esta temporada, en extrema pobreza, pasan los noche en el distrito comercial de clase media alta de Naucalpan.

Acompañados de su nuera y una hija, dejaron en las calles de la ciudad satélite a nueve menores de edad, de entre 4, 6, 9 y 15 años. Trajeron carteras, bolsos, cinturones tejidos a mano con hilos de muchos colores.

Dicen que a veces tardan un mes en terminar algunas obras. Comentaron que a veces los consumidores no pagan el precio del producto y no hay ventas, “anoche empezó a llover, mejor dormimos; en la vereda como siempre”.

Dijeron que su situación era invisible para las autoridades y no recibieron ayuda, pero ahora su principal preocupación es tener dinero para comer y comprar útiles escolares.

Santiago, Angeline, Jaqueline, Brayan, Jade, de 4 a 9 años, salen de la colcha, asoman la cabeza, están arropados por lo menos.

Un empresario local vino aquí con una bolsa de pan y leche y se la entregó a Paula. Hacía frío, algunos menores tosían, ya un lado de la manta había zapatos, tenis y unas sandalias andrajosas.

Cifras oficiales muestran que la familia de Paola, de 42 años, forma parte de la población indígena de México de al menos 421.743 personas pertenecientes a las etnias mazahua, otomí, náhuatl, tlahuica y matlatzinca, un grupo vulnerable que vive en la pobreza.

Eliseo Carmona Díaz, concejal moreno de la alcaldía local, dijo que aunque Naucalpan es un municipio receptor, el ayuntamiento ni siquiera tiene un comité de construcción para asuntos indígenas.

Señaló que pedirá al DIF municipal que revise la situación de las madres aborígenes y los menores que duermen en las calles de Ciudad Satélite.

Ciudades como Donato Guerra, San José del Rincón, San Felipe del Progreso, Temoaya, Ixtlahuaca y Toluca están desalojando a la mayoría de sus poblaciones indígenas que viven en condiciones de pobreza y carencia, según el plan de desarrollo del Estado de México. .

El diputado local Max Correa Hernández del Consejo Legislativo de Asuntos Metropolitanos lamentó la migración de grupos indígenas a las zonas urbanas, diciendo que es una constante que aún no ha sido superada.

Los datos oficiales hacen referencia a la concentración de indígenas en 43 municipios rurales, de los cuales 18 tienen niveles de marginación rural muy altos, 11 altos, 6 moderados, 8 bajos y 1 muy bajo”. La ciudad con mayor población indígena es: San José del Rincón, San Felipe del Progreso, Temoaya, Ixtlahuaca y Toluca, según el Consejo Nacional de Población (Coespo).


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