El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos
El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos

A pesar de los esfuerzos de las autoridades, los usuarios del transporte público continúan experimentando historias de violencia y robo en el paradero de Cuatro Caminos en la frontera entre el estado de México y la Ciudad de México.

Los ciudadanos que cruzan esta frontera caminan todos los días, preocupados por el robo de sus pertenencias o presenciando incidentes violentos.

Los peligros en las vías militares, de armamento y de transmisión militar adyacentes al paradero antes mencionado aún acechan en la estación de metro, y se estima que 500.000 personas pasan por el Centro de Tránsito Modal (Cetram) todos los días.

Cuatro Caminos tiene dos caras. La Ciudad de México tiene tiendas de moda, restaurantes y cines, hay un sinfín de plantas a la salida del paradero y hay cámaras de vigilancia.

El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos 2
El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos 2

En cambio, en la región norte, lo que padecen miles de usuarios que pasan por la región es el olor a comida rancia y grasa mezclada con humedad y orina.

Según los usuarios, en la zona de Naucalpan los operativos policiales son complejos; si bien el metro internamente corresponde a la policía capitalina y el externo corresponde a la policía nacional, la coordinación es ineficaz a la hora de perseguir o arrestar al atacante, pues cada elemento debe ser asignado. a él. Espacio.

La indiferencia de las autoridades de las dos entidades convirtió a Cuatro Caminos en un “canal mas peligroso”, cuatro Caminos es la tercera estación de metro más transitada del estado, después de Pantitlán e Indios Verdes.

Quienes viajan en Cuatro Caminos saben que hay muchas formas de robar en la zona, los inquilinos y los usuarios del tráfico describen al menos dos robos que ven todos los días.

El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos 3
El laberinto de los robos, Paradero de Cuatro Caminos 3

Uno de ellos son los abrazos, y los más afectados son los jóvenes, especialmente los estudiantes de FES Acatlán, porque siempre sostienen un teléfono móvil o una computadora portátil que se puede robar fácilmente.

Además de estos robos, también hubo personas que robaron teléfonos móviles, cadenas y aretes en Cuatro Caminos. Los que robaron en la cola del bús sin importar la hora.

“Casi todos son niños de 14 a 17 años. Les resulta fácil robar y lastimar a las personas. No les importa morder a las personas o balearlas”, dijo Manuel, de 18 años, y los usuarios del metro.

Cuando somos atacados o vemos a alguien sospechoso, nos avisaremos a través de mensajes de teléfono móvil. La misma persona te pide que no lo subas a la camioneta, y nosotros advertimos a las personas que están detrás que hay una persona así en cierta calle ”, dijo un conductor de transporte publico.

Irónicamente, la agencia del sector público móvil en el estado de México se encuentra a menos de un kilómetro de Cuatro Caminos, sin embargo, la justicia parece estar esparcida en este laberinto.


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