Un par de sujetos de oficio mecánicos, fueron atacados a balazos, al parecer de forma directa, por individuos que se desplazaban a bordo de una motocicleta, en calles de la colonia El Salado, en Atenco, en los límites con Ecatepec. Uno murió en el lugar y el otro resultó herido de gravedad.
De acuerdo con los primeros reportes, los agresores abrieron fuego contra las víctimas sin mediar palabra, cuando estas se encontraban afuera de su domicilio ubicado sobre calle Bosque del Pocito, casi esquina con María López, el cual está habilitado como taller mecánico.
Ambos sujetos, quienes al parecer eran primos, recibieron los impactos de arma de fuego en varias partes del cuerpo. El mayor de ellos, identificado como Juan, de aproximadamente 35 años de edad, quedó tendido boca arriba, inmóvil, mientras que el menor, de nombre Antonio, permaneció ahí malherido.
Tras recibir el reporte de las detonaciones realizadas aproximadamente a las 10:00 horas de este sábado, elementos de la Policía Municipal, arribaron al sitio, mientras que los familiares de las víctimas solicitaban una ambulancia.
Paramédicos pertenecientes al cuerpo de Protección Civil de la demarcación, atendieron la emergencia a los pocos minutos, certificando el fallecimiento de un masculino, mientras que al otro, mismo que presentaba lesiones que ponían en riesgo su vida, lo trasladaron a un hospital de la zona. Se corrió el rumor de que también falleció, pero dicha información no fue confirmada.
“Yo escuché como ocho balazos. Esa familia es muy conflictiva. Yo tuve problemas con ellos hace algún tiempo”, comentó un hombre de aproximadamente 50 años de edad, quien dijo haber sido víctima de una agresión física, al parecer por parte del finado. De acuerdo con su versión, el hecho lo denunció ante las autoridades y no hicieron nada.
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Varios hombres de diversas edades y algunas mujeres, se juntaron alrededor del cuerpo bajo el sol que caía a plomo, mientras lloraban y gritaban, lamentado la muerte del individuo, al que le colocaron una sábana azul a la altura del rostro y que cubrieron con una sombrilla roja de gran tamaño, mientras permanecía ahí, sobre la tierra de la calle sin pavimentar.
“Yo creo que ellos se lo buscaron. Eran bien broncudos, hasta con uno que es vecino. Luego, cierran la calle cada que quieren y no dejan pasar. Pero se encontraron con uno más picudo”, comentó con desdén, un hombre que pasaba por ahí, antes de entrar a la tienda ubicada cerca del lugar de los hechos.
Al menos diez efectivos de la Secretaría de Seguridad de Estado de México, permanecieron en el lugar en apoyo a los municipales, mientras que un vehículo con elementos de la Guardia Nacional, patrullaba por calles aledañas en busca de los responsables.
