Se trata de un juego de diversión y apuro, de locura y temeridad, donde la integridad física se expone bajo propio riesgo. La afición que se lanza al ruedo lo sabe bien, no obstante participa en el ritual comunitario. “Si no te han quemado los fuegos artificiales no eres de aquí”, se dice en Santiago Teyahualco, Tultepec, Estado de México, una de las plazas de mayor tradición en el fuego taurino.

Aquí los fuegos artificiales son arte y tradición, Para quienes los ven de lejos es un gran espectáculo visual que genera adrenalina, para quienes lo sienten desde cerca es un baño de chispas y de identificación con su pueblo.

Es una fiesta muy colorida donde uno de los eventos más representativos es el recorrido por calles de Teyahualco con fuegos artificiales hechos por pobladores para ser quemados en la noche.

La pirotecnia entre una multitud de hombres y mujeres valientes que en todo momento están alerta para no ser alcanzados por las chispas de cohetes que van en todas direcciones

Los castillos son un esperado espectáculo al que acude gran parte del pueblo, pero en ocasiones las estructuras no encienden del todo y un encargado sube a prenderlas o hacerlas girar.

Decenas de personas se congregan cada vez que salen los toros a las plazas. En Santiago Teyahualco se celebra las tradicionales fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol.

Via: mexicodesconocido.