Desde el inicio de la pandemia taxistas de la región oriente han tenido que enfrentar dos retos a la vez; tratar de no contagiarse del virus y evitar ser asaltados por sus propios pasajeros.

De acuerdo con los operadores de transporte, la falta de ingresos los ha obligado a redoblar su jornada laboral, incluso durante la madrugada, lo que ha incrementado riesgos.

Y es que la falta de pasaje y el periodo de aislamiento dejaron a cerca de dos mil taxistas, que operan en la región del municipio de Texcoco, sin forma de sustentar a sus familiares que dependen de esta actividad.

«No hay pasaje, tenemos que salir a trabajar más para llevar algo de dinero, pero con más riesgo porque también los rateros andan más en las calles buscando donde sacar dinero», reconoció Mauricio N, quien prefirió guardar su nombre real por miedo a represalias.

A decir de los conductores, en la zona oriente operan al menos dos bandas dedicadas al robo y extorsión de los operadores en las unidades particulares de transporte público.

«Los robos es uno diario, no totalmente de las unidades pero si nos roban los celulares y las cuentas, estéreos, nos quitan la llanta de refacción. Lo que llevemos», lamentó Mauricio.

El caso más reciente fue el asesinato de Humberto N, de 42 años, a quien balearon para robarle su automóvil tras fingir un viaje en el centro de ese municipio.

«Él Vivia en el poblado de Tequexquinahuac, aquí enTexcoco. Lo abordaron dos sujetos y lo llevaron para Tepetlaoxtoc, donde pensamos que lo trataron de robar y le dispararon hasta matarlo», comentaron compañeros.

«Ellos llegan y nos piden los viajes y lógico nosotros estamos trabajando pues salimos con el viaje y llegando a los lugares ya con majaderías nos dicen ya valió a ver dame todo lo que traigas», agregaron.

En esta región los propios operadores han detectado al menos ocho puntos rojos a donde prefieren evitar trabajar; Jolalpa, Tezoyuca, Tepetitlán, Cuanalan, Tequisitlán, San Vicente, Montecillos, así como las colonias Wenceslao y Víctor Puebla.

«Nos amenazan con pistola o cuchillo y por lo regular son dos. O si va solo al lugar donde nos piden el viaje ya hay uno o dos esperándonos. Trabajamos con miedo porque ya no sabemos a quién subimos».

Ante ello, los los chóferes han creado grupos propios de seguridad a través de la aplicación de whatsapp donde monitorean en tiempo real a sus compañeros con el fin de cuidarse de la delincuencia.

«Nos llevan a brechas y a lugares y cuando queremos reaccionar pues ya nos sacaron la pistola y no podemos hacer otra cosa y luego con dos o tres personas menos, simplemente es cooperar y que no nos hagan nada».

Via: Hoy Estado.


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