Los habitantes de Nezahualcóyotl se evacuaron rápidamente a las calles para cumplir con un deber social de autoconservación y apoyo mutuo cuando la alarma sísmica sonó durante 12 horas y 19 minutos.
Cientos de empleados del ayuntamiento bajaron con tranquilidad a la explanada pero se notaban tensos, incluso estresados. Algunos bromeaban recordando las escenas de 2017, cuando el simulacro fue a las 11 horas y el temblor real a las 13:15 del mismo día. “No vayamos a tener el bueno dentro de una hora”, comentaban sonriendo.
La tercera iteración de la serie comenzó a la 1:00 p. m., cuando los reporteros terminaron de trabajar en la “sala de crisis” de la estación de policía municipal.
Esta vez no sonaron las alarmas, y los trabajadores intentaban tranquilizarse unos a otros mientras se dirigían a la explanada. Todos se miraban sorprendidos. ¡Cómo era posible que volviera a ocurrir, y casi a la misma hora que hace 5 años!
Una mujer mayor agarró el brazo del reportero y le dijo que lo sentía. Continuó explicando que si no se sostenía, perdería el equilibrio y se marearía lo suficiente como para desmayarse, agregó que Dios necesitaba salvarlos a todos.
Dos personas de la tercera edad tuvieron que ser atendidos por problemas médicos de emergencia en la entrada del palacio. Mientras tanto otros trabajadores en la explanada terminaron teniendo un ataque de nervios en el piso.
Los equipos de rescate llegaron para ayudarla y calmarla con voz firme. Los paramédicos controlaron la presión arterial y los niveles de oxígeno de los pacientes. Estaban alerta y conscientes.
