Joven pide ayuda a policías de Neza y es golpeado por ellos
Joven pide ayuda a policías de Neza y es golpeado por ellos

Los abusos de autoridad y la desconfianza ciudadana impiden a la institución armada alcanzar la democracia en un país con una gran inseguridad y corrupción.

La policía protege unos caminos y roba en otros, así es Nezahualcóyotl, los agentes se estrenan con vocación y se corrompen; les faltan recursos, pero gozan de impunidad; extorsionan a la población y sufren su desprecio; están gordos y estresados.

Cuando los especialistas hablan del cuerpo policial mexicano las frases son lapidarias: “El sistema no corrompe, la corrupción es el sistema”, o “Ya saben lo que les espera, la cárcel o el cementerio”. Cada día dicen elementos policíacos de Nezahualcóyotl.

En el municipio Nezahualcóyotl un joven solicito ayuda por qué lo están extorsionando en su negocio y al llegar con los oficiales es golpeado y detenido así de mal es Nezahualcóyotl y su seguridad corrupta.

Los abusos de autoridad son constantes y crueles cuando no acaban en muertes oscuras, como la que sorprendió al actor Octavio Ocaña el 29 de octubre, muerto de un misterioso tiro en la cabeza y estrellado con su coche tras una inexplicada persecución policial.

Una película de policías. Así se titula el documental que esta en Netflix el director Alonso Ruizpalacios. A través de la experiencia diaria de dos agentes muestra las penurias del cuerpo, desde inmundos cuartos de baño hasta la deficiente formación que reciben los cadetes, las mordidas a los ciudadanos, pero también los pagos a sus superiores por llevar una pistola o disponer de un chaleco antibalas.

Algunos, los llamados aviadores, pueden incluso pagar a sus mandos por dejar de ir a trabajar un tiempo, el ausentismo es tal que muchas veces un solo agente tiene que enfrentarse a una detención de varios delincuentes.

Las extenuantes jornadas y la malnutrición los acompañan. Y la falta de respeto con que los viandantes se dirigen a ellos. Todo es verdad en esa original película. Si acaso se puede objetar que se queda corta. La realidad es aún mucho más frustrante.

La policía suele tener estudios de secundaria, o ni eso. Su formación en la academia es de seis meses, o ni eso. Todos están armados, pero el 21% no ha practicado tiro nunca, un 43% lo hizo una o dos veces al año, un 23% una vez cada dos años… O menos que eso.


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