Detrás de un cristal, familiares de pacientes enfermos de COVID-19 internados en el hospital de La Perla, en Nezahualcóyotl, tuvieron un momento de alegría.
Después de varios días de no ver a sus seres queridos, este martes personal del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) les brindó la oportunidad de verlos cara a cara.
«Échale ganas. Estamos aquí afuera contigo, te queremos mucho», le dice una mujer a su esposo, quien desde hace días está hospitalizado debido a la baja oxigenación que registran sus pulmones.
Junto a ella, un joven trata de saludar a una mujer a la distancia, que, sentada en una silla, intenta articular palabras sin éxito por estar conectada a un tanque de oxígeno.
Detrás de ellos más de 40 personas esperan su turno para ver a sus familiares internados en este hospital, todos con sana distancia y con la angustia de saber el último reporte médico de sus enfermos.
La escena se repite a lo largo del edificio habilitado para la atención COVID en la colonia La Perla, y que, de acuerdo con el personal hospitalario, en las últimas semanas ha vuelto a saturarse por el incremento de contagios.
La dinámica, no establecida en los protocolos médicos, fue organizada por el personal de salud para tratar de apoyar a los enfermos.
Visiblemente desesperados y ante la incertidumbre por el #contagio, familiares y pacientes de #COVID buscan un momento de alegría; se conforman con verse a través de un cristal en hospital de #Nezahualcóyotl.
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«Mi tío está adentro, afortunadamente ya lo van a dar de alta. Tiene 79 años y empezó con una gripa y después le faltó el aire», explica la señora Verónica.
Y es que los pacientes menos graves lograron acercarse a los cristales de los consultorios COVOD-19, vestidos con una bata clínica y con tanques de oxígeno en la mano.
Todos recibieron mensajes de ánimo para seguir luchando contra el virus que ha dejado casi mil defunciones en el municipio de Nezahualcóyotl desde el inicio de la emergencia sanitaria.
Otros, los más graves que están en cama y con riesgo de muerte, escucharon cartas que sus seres queridos entregaron al personal médico y les fueron leídas para tratar de recibir un poco de esperanza en medio de la incertidumbre que trae consigo el contagio del nuevo coronavirus.