La zona de Rincón Verde se ha convertido en un tiradero a cielo abierto, y donde se han acumulado miles de toneladas de basura provenientes de Atizapán, Tlalnepantla y Naucalpan,así como de empresas privadas.
Las toneladas de basuras han creado una montaña de desperdicios, que, a su vez, generan jugos tóxicos que contaminan el subsuelo y los ríos de la zona de Rincón Verde.
En un recorrido realizado a lo largo de varios días, se pudo observar la llegada de cientos de camiones procedentes de municipios como Atizapán y Naucalpan, así como de empresas privadas, donde la basura simplemente se arroja, creando montañas de entre 30 y 50 metros de altura.
El director de Servicios Públicos, Carlos Trujillo Anell, afirmó que harán una revisión de inmediato para corregir fallas. “Sabemos que la empresa cumple con todas las normas, de acuerdo con certificaciones de la Semarnat y Propaem; sin emabrgo, constataremos que así sea.”
La montaña de basura sólo es un talud que se va compactando y el río negro que emana del sitio no son lixiviados, “es agua de lluvia, porque aquí llueve mucho”, respondió el gerente de Bio Merik, rechazando que sean jugos tóxicos los que están llegando al subsuelo y a los manantiales de la zona.
Los vecinos de Rincón verde denunciaron el flujo de jugos negros, que baja por tierras de cultivo donde vuelve infértil las tierras donde sembraban maíz, haba y frijol. Los vecinos asegura que los jugos llegan hasta el río que emana del ojo de agua de El Carrizal, que abastece de agua potable a habitantes de Rincón Verde.
En ese río hay decenas de ahuehuetes, los cuales se están muriendo a causa de los jugos tóxicos que genera la basura. El Carrizal se ha convertido en un sitio pestilente y nauseabundo, señaló Claudia junto a un grupo de vecinos.
“Sufrimos dolores de cabeza y de estómago, cuando la peste aumenta”, señaló Claudia.
Via: gluc
