• El gobierno de “La Ciudad con Vida”, presumiblemente invirtió a capital de riesgo dinero público en Sofom a través de Banca del Bajío, como lo hiciera el ex alcalde, David Sánchez en Fóndika, Argos, Ficrea y Multiva, pero jamás se supo de sus rendimientos.
El cierre de esta administración, pese a las complicaciones financieras y el endeudamiento público global, concluye relativamente bien.
En realidad, éste fue un tramo de gobierno que captó toda la inmundicia de sus antecesores, la clara omisión e irresponsabilidad a la función pública.
Nunca antes, la gerencia hasta estos momentos ha sido sin duda, la más observada por el organismo de fiscalización (Osfem), en la historia del municipio de Naucalpan.
En la administración del ex alcalde Edgar Olvera Higuera, la cual tuvo un ciclo de 2 años y 4 meses, fincó la más alta simulación e improvisación a más no poder, de la función gubernativa.
Es decir, para el uso, destino y presumiblemente enriquecimiento ilícito de ex funcionarios, incluyendo el propio ex alcalde Olvera, y que habrá que realizar las denuncias correspondientes.
La propia cámara de diputados mexiquense, podría ser el ente y si quieren y tienen el valor cívico, los legisladores federales y locales con representación en Naucalpan, iniciar con las indagatorias del caso.
En contraparte, con la misma estrategia financiera, pero en Sofom y/o sofoles, en banca del Bajío.
Por otra parte, y de manera vergonzosa, resumir del cabildo con el mayor número de multas interpuestas por el Osfem,
El Osfem también aseguró que en 2017, Naucalpan no garantizó el funcionamiento de servicios y mantenimiento de la infraestructura pública local.
Lo anterior indica que el comportamiento de los ingresos propios descendieron en 1.3% con respecto a 2016.
Naucalpan fue penalizado, toda vez que no alcanzó el porcentaje establecido en el cumplimiento de las metas derivado del programa especial FEFOM.
El presupuesto municipal en 2017 ascendió a poco más de 4 mil millones de pesos, en tanto que la institución cuestionó severamente distintas áreas de la gerencia como contraloría, obras públicas, y la evaluación como “insuficiente” el área de Protección Civil.
Asimismo y que no es menor para nada, la opacidad en la línea de arrendamiento por 300 millones de pesos, la subrogación de la concesión a Setasa, S.A. del tiradero de Rincón Verde y parquímetros.
Por Mario Ruiz Hernández