En verdad que resulta grave o delicado, el que se pretenda confundir a la opinión pública con el otro Naucalpan.
Es decir, ese Naucalpan romántico y quizá hasta utópico que sólo se encuentra al interior del palacio de gobierno, y de ciertas mentes perversas que tan mal daño hace a la gente.
Naucalpan lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, se encuentra en un grave estado de coma, necesita una cirugía mayor y hay que verlo así, a efecto de corregir el rumbo.
Naucalpan y lo volvemos a comunicar, no avanza, no hay una Visión de Estado, hay una baja en la calidad de vida y seguimos arrastrando diversos problemas de todo tipo.
Realmente continuamos con un completo nivel de violencia insuperable, en los distintos centros urbanos o territoriales.
“No es ético mentir” o insinuar con la reducción de los índices delictivos, en una revista especializada de notable tiraje y aceptación en los círculos más alto de poder, cuya publicación en tan sólo en portada- cuesta presuntamente no menos de 2 millones de pesos-y que “no es chayotera”-debido a que tampoco manipula la información como los gobiernos del pasado” (sic), diría Don Manuel Espino.
Pero lo peor, en el que refieren que hay eficiencia y una mayor llegada de inversión nacional y extranjera, cuando sabemos del alejamiento del sector productivo por la falta de seguridad.
Asimismo, la baja de la industria nocturna en Ciudad Satélite, Zona Azul, Tecamachalco y Lomas Verdes, en donde los reportes de “secuestros, levantones y desapariciones forzadas” están al día.
El robo en el transporte público, de llantas, a bancos y la “guerra entre grupos de malosos”, no cede y lo miramos con la colocación de narco mantas en la propia puerta de palacio municipal, colgadas en el asta bandera y sujetas con “cabezas de puerco”.
Estamos pisando los 100 homicidios dolosos, en 144 días (25 de mayo), muy pero muy superior a los últimos seis años, de los postrimeros gobiernos priístas y panistas.
Las tendencias son de inmensa crueldad y de seguir así, rebasaremos los 200 asesinatos callejeros en 2019, teniendo un incremento del más del 43% con respecto al mismo periodo del año anterior.
En el Naucalpan neomorenista, el del instante, el del aquí y ahora, es una realidad en el que contamos con zonas, regiones o centros urbanos ocupados, vivimos bajo la cultura del miedo.
Los asaltos a transeúntes con violencia y a mano armada, son una constante, la estrategia de prevención al delito si es que la hay, ha sido un rotundo fracaso.
En ello, sólo basta recorrer la zona escolar de Naucalpan centro-desde el CCH, entre demás preparatorias oficiales, secundarias y primarias, cotidianamente los estudiantes son atracados.
De hecho, tampoco se vislumbra un operativo de vigilancia a la hora de entrada y salida de los alumnos a sus centros escolares, y que decir, del robo en motonetas y motos a vecinos, y a centros comerciales entre demás transgresiones.
Estamos por alcanzar los 100 homicidios dolosos del 2019, y arrastramos otros índices sumamente delicados.
Por Mario Ruiz Hernández
