Un microbusero sin licencia y sin documentos se subió a la banqueta y mató a Catalina Jaymes, cuando caminaba en calles de Naucalpan.
El 10 de junio, Catalina Jayme, una mujer de 64 años que se dedicaba a la enseñanza de adultos mayores, fue atropellada y asesinada por un microbusero sin licencia y sin documentos en el municipio de Naucalpan, Estado de México.
Ese día, Edgar Alfredo Barrera Hernández, conductor de la Ruta 13 la embistió con su microbús cuando caminaba por avenida de Los Arcos, la colonia Padre Figueroa.
Catalina caminaba cuando el chofer de la unidad con matrícula 737-525-J, sin licencia ni tarjeta de circulación, se montó a la banqueta y la atropelló por la espalda.
Las lesiones fueron fatales. Todavía viva, la profesora fue trasladada al Hospital de Traumatología de Lomas Verdes donde, menos de una hora después, falleció.
El dictamen médico estableció que falleció por contusión profunda de tórax y abdomen; estallamiento de vaso e hígado.
«Iba destruida por dentro», lamenta Salvador Jayme, hermano de Catalina.
A la par de la pérdida, su familia comenzó su búsqueda por justicia.
Desde el hospital, personas que se presentaron como «gestores» con la promesa de «agilizar» trámites ofrecieron a la familia de Catalina llevar a cabo servicios a cambio de dinero. Dos de ellos les cobraron 4 mil 500 pesos.
Un médico legista les tomó una declaración para entregarles el cuerpo y, después, se trasladaron al Ministerio Público (MP) de Naucalpan, ahí el chofer permanecía detenido, en principio por su presunta responsabilidad en el delito de lesiones. El caso estaría a cargo de la MP, Verónica Ángeles Romero.
«El MP de Naucalpan nunca nos tomó una declaración a nadie de los afectados. Nada. No nos dijo cuál era el procedimiento, nada. Pero sí le tomó declaración al chofer, a los abogados de la ruta, al representante de la ruta… toda la atención fue para ellos», platica Salvador.
Las autoridades del MP le indicaron a la familia que el chofer permanecería 48 horas detenido y después sería trasladado al Penal de Barrientos acusado del delito de homicidio. Ellos se concentraron en el sepelio y, el miércoles, se enteraron de que el chofer había sido liberado.
Sin importar que el dictamen pericial indicaba las causas de la muerte de Catalina, la instancia determinó que se trataba de un caso que había tenido por consecuencia lesiones y dio por hecho que los daños serían reparados por el pago de una póliza de seguro, sin que las víctimas fueran notificadas.
«Pregunté, ¿cómo que libre? Si hubo muerto. Lógicamente me quedé sin habla. La MP nos dijo: ‘es que dentro de 48 horas lo puedo dejar libre si garantiza la reparación del daño’. Pero esto es sólo si la víctima o el ofendido está de acuerdo, y a nosotros nunca nos preguntó», señaló el hermano de la víctima.
Este viernes, la familia fue enterada de que la carpeta de investigación se envió a la Fiscalía Regional de Naucalpan. Ahí buscan continuar la indagatoria.
Ellos aseguran que seguirá buscando justicia. En el inicio de su andar, gestores y los propios familiares del choferque atropelló a su hermana ofrecieron pagarles para olvidar el caso, pero no aceptaron.
«Yo les dije: no tiene por qué negociar ni tengo por qué negociar cuánto. Es la vida de mi hermana. ¿Qué quiero? Quiero justicia. Todo en debido proceso… pero ya vimos que no hay, que no hay el debido proceso», lamenta el hermano de Catalina.
Via: elbigdata.
