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• Tales factores han venido golpeando la administración de la alcaldesa, Patricia Elisa Durán Reveles, que tampoco aprecia un rumbo que nos permita vislumbrar el presente y el futuro inmediato.

Realmente preocupa y sino, debería de ocupar las bajas expectativas que alcanzó Naucalpan en este periodo de gobierno.

Las condiciones financieras internas, la incertidumbre política y la inseguridad son claros factores que han venido golpeando la administración de la alcaldesa, Patricia Elisa Durán Reveles.

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La gerencia lamentablemente no camina, y tampoco apreciamos una visión de Estado que nos permita vislumbrar el presente y el futuro inmediato.

En serio, que hay inestabilidad, los conflictos internos en el ayuntamiento, la falta de experiencia y conocimiento del entorno y funcionarios municipales que no son de aquí, apagaron las esperanzas.

Las proyecciones para un buen gobierno y la prosperidad que se presume, son francamente inciertas, en este mal momento que campea la hacienda.

En ese orden de ideas, el actual diagnóstico es aterrador y los pronósticos todavía peores para realizar los tan anhelados cambios, y responder a los diversos compromisos de campaña.

A 125 días de asumir el poder público, y pasados los dos meses en que la munícipe pidió para entregar los resultados deseados en su asamblea informativa del 2 de febrero, nada hay de nada.

Las metas, que posiblemente fueron planteadas al inicio de la administración y quizá sumamente ambiciosas que incluso nadie conoce, difíciles serán de cumplir si es que las tiene en algún plan.

El primer cuatrimestre ha sido bastante pobre, y lejos de concretar los propósitos dentro de un gobierno que empieza a desilusionar hasta a su propia gente.

Aunado, a esa otra parte del Movimiento de Regeneración Nacional (morena), que antes, durante, después de la elección y en la instalación del gobierno, continúan en la disidencia.

El panorama que se anticipa además de nubarrones financieros, de desestabilidad y de alto riesgo para las nuevas inversiones, a causa del alto nivel del crimen que le asiste a “La Joya de la Corona”.

Destacar que, no hay confianza pues, en los nuevos capitales, en la canalización de recursos privados por el momento, a efecto de robustecer a la vez, la economía comercial y de los servicios.

Referir que tampoco hay perspectivas a mejorar el clima de negocios, y de persistir la elevada incidencia delictiva y la ingobernabilidad al interior del cabildo, esto empeorará.

Por Mario Ruiz Hernández



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