• En el desafío que representa el caso, al menos se vislumbran importantes cuadros policiales de nivel incorporados a Seguridad Ciudadana, para este periodo de gobierno.
En el tema de la seguridad pública en Naucalpan, es evidente un cambio de estrategia en todos los sentidos, a efecto de superar la crisis de criminalidad.
Hacia afuera, el escenario es delicado e incluso de crueldad, en donde los niveles de violencia están más que acreditados superando en los últimos tres años, los 460 homicidios dolosos.
La radiografía del delito, indica que de esas muertes callejeras, más del 60 por ciento lo registraron la “guerra por los territorios”, mientras que un 20 por ciento, en los dramáticos decesos a usuarios y ladrones en el transporte público de pasajeros.
El resto de los saldos rojos, a cuentahabientes, casa-habitación y robo con violencia, sin dejar pasar por alto, los femenicidios y “las desapariciones forzadas”.
Adentro, al interior de la dirección de seguridad ciudadana y tránsito, la inevitable depuración de la policía municipal y que es un caso de urgencia ante lo podrido que se tiene.
Hasta el momento, los perfiles que han ingresado a la comisaría de Seguridad Ciudadana, en realidad son destacables y en ello merece la distinción del comandante, Ramón Rodríguez Barbosa.
Es un cuadro policial ampliamente conocido en varios municipios del Valle de México y con experiencia en otros cargos directivos, como el de contralor del gobierno del estado.
De igual manera, director de academias de policía, y más recientemente, en programas de atención a víctimas y policía de género.
Reconocer su paso en Atizapán de Zaragoza, en el que se desempeñó como comisario general, en la administración de Pedro Rodríguez, disminuyendo los índices delictivos hasta un 30%, en cuatro meses, nivel no superado hasta el momento en ninguno de los municipios del área.
Asimismo y recordar, el haber sido también el único mando en haber acreditado los exámenes de control de confianza entre los comisarios de referencia.
Por otra parte, y en la suma, el resaltar el tener en Naucalpan este tipo de perfiles, en un área subordinada a la comisario, Leticia Romero Odriozola.
La tarea nada fácil, en un municipio que en seis años, logró tener 7 comisarios y de todas las dependencias estatal y federal, incluido personal de la Secretaria de la Defensa Nacional.
El tamaño del reto nada sencillo, en el que Naucalpan junto con otras cabeceras municipales del país, se encuentra ubicado entre una de las demarcaciones más inseguras.
Finalmente, es indispensable formular nuevos paradigmas de seguridad pública, prevención del delito, procuración e impartición de justicia, restablecimiento del estado de derecho y reinserción de infractores.
Por Mario Ruiz Hernández
