Extorsionadores que han sembrado el terror en rutas de transporte y también de comerciantes en Ciudad Cuauhtémoc, a parte de las cuotas semanales que piden por “derecho de piso” también exigen pago de aguinaldo.
Los comerciantes que también ya son víctimas de extorsión por los “renteros”, que cobran cuotas a las rutas de Autotransporte Marte, Tecalco y Buendía, ahora exigieron una cantidad extra por concepto de aguinaldo esto a parte pedir para la compra una botella con un valor mayor a mil pesos.
Los extorsionadores han sembrado el terror en la comunidad de Ciudad Cuauhtémoc en todas las rutas de transporte que circulan por esa zona que se ha convertido en un punto rojo por la inseguridad que se vive.
Después de que han asesinado a choferes e incendiado unidades de transporte público para obligar a transportistas a pagar una cantidad semanal por derecho de piso que va de 15 a más de 25 mil, por grupo de renteros, también comenzaron extorsionar a comerciantes.
Por lo que propietarios de negocios bien establecidos así como en vía pública también tienen que pagar a los mismos “renteros”, para que los dejen seguir vendiendo.
Debido a eso varios comerciantes han decidido cerrar sus negocios, para evitar ser asesinados, sin embargo los que siguen con su mercadeo pagan una cuota que va de 200 pesos semanales o más dependiendo el giro y tamaño del establecimiento.
Aunado a esto desde la semana pasada los delincuentes, también han exigido un pago extra con concepto de aguinaldo, además de efectivo para la compra de una botella de bebida embriagante que asciende a más de mil pesos, hecho que ha causado inconformidad de las víctimas que tienen que cumplir con lo que les exigen para que puedan seguir con sus ventas por ser la única fuente de empleo con la que cuentan.
Sin embargo por esta información proporcionada afondo, dieron a conocer que no pueden denunciar ante las instituciones de impartición de justicia por miedo a las represalias.
Cabe mencionar que ese poblado se ha tornado peligroso por los altos índices de inseguridad que se viven, como lo son robos, extorsiones y ejecuciones entre grupos delictivos.
