Recibe las últimas noticias de de tu Municipio, Para suscribirte sólo tienes que dar click aquí

Una decena de casos de desapariciones de muchachas que vivían en las inmediaciones de Ecatepec y Los Reyes Tecámac –la zona donde operaba el sujeto que, junto con su pareja, presuntamente asesinó a numerosas mujeres– es documentada en el libro La fosa de agua. Desapariciones y feminicidios en el río de los Remedios, de la periodista Lydiette Carrión y puesto en circulación por la editorial Debate. El volumen narra “la odisea de los padres para encontrar a sus hijas; la precariedad de las investigaciones, realizadas por un sistema policiaco corrupto, criminal… y la estigmatización que sufren las víctimas aún en la muerte”. Con el permiso de esa casa editora, aquí se adelanta el caso de Luz del Carmen.

A inicios de 2012, Araceli González, Jorge Miranda y la única hija de ambos, Luz del Carmen, de 13 años, se quedaron sin casa. El que entonces era su casero les pidió desocupar el lugar sin muchos días de antelación. No tenían ni tiempo ni dinero para buscar algo más adecuado, así que buscaron de forma apresurada un lugar para rentar en la colonia Jardines de Morelos, en Ecatepec. Encontraron alojamiento en una vecindad: un solo cuarto en medio de una decena de familias. Ahí Araceli embutió la estufa pequeña, una mesa de cocina, una salita roja, la televisión y dos colchones que cada noche debían acomodar uno junto al otro, para irse a dormir. Ni la construcción ni los vecinos eran realmente hospitalarios, pero era lo único para lo que les alcanzaba. Además, se sentían de alguna forma seguros, ya que años atrás, cuando Luz nació, la familia vivió varios años en esa misma colonia.

Jardines de Morelos se encuentra a aproximadamente nueve kilómetros (unos 20 minutos) de Los Héroes Tecámac. Es una colonia más antigua, de los años ochenta. Los anuncios que la promocionaban en aquel entonces vendían la idea de que se convertiría en una suerte de suburbios americanos para los trabajadores de la Ciudad de México. Prometían agua y seguridad. La realidad es que escasean ambas. Prometían calidad de vida, pero el lugar se convirtió rápidamente en otra ciudad dormitorio, sin áreas verdes ni espacios seguros, para los trabajadores de la Ciudad de México que deben desplazarse por horas para cumplir con sus jornadas laborales.

- Anuncio -

Via: Proceso.