Luego de que un custodio y al menos 23 internos del Penal de Cuautitlán presentaran síntomas relacionados con el coronavirus COVID-19, la Subsecretaría de Control Penitenciario de la Secretaría de Seguridad del Estado de México suspendió temporalmente las visitas familiares a esta prisión mexiquense.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia estatal dio a conocer que, tras detectarse estos casos, fue activado el protocolo de seguridad por riesgo de contagio, a través del cual se aisló a los reclusos que son posibles portadores del virus.
Dichos casos son atendidos por la especialista epidemióloga encargada del área médica en dicho Centro, quien de inmediato activó el Protocolo General de Caso Sospechoso o Confirmado de COVID-19, por lo que aisló a los internos en el área destinada para dicho efecto y solicitó la aplicación de las pruebas correspondientes”, indicó el gobierno estatal.
Las autoridades penitenciarias señalaron que el primer caso fue detectado en un custodio identificado como Alejandro “N”, quien, al pasar por el cerco sanitario instalado al interior del penal, mostró temperatura alta y mencionó que tenía dolor de cabeza y pecho, por lo que se le impidió el acceso a la prisión y se le envió para que recibiera atención inmediata.
Alejandro informó que el pasado 31 de marzo estuvo de guardia en el Hospital General Vicente Villada, en donde tuvo a su cargo la vigilancia de una persona privada de libertad, nosocomio en donde al parecer hay casos sospechosos por COVID-19.
Al interior de este Centro Penitenciario se sanitizaron nuevamente los espacios en donde los reos que se encuentran separados, tuvieron contacto, para evitar contagios, en caso de que se confirme infección por COVID-19; los internos serán trasladados al Penal de Neza-Norte que está habilitado como Hospital Penitenciario para hacer frente a la pandemia y que tiene la posibilidad de albergar hasta 200 internos”, apuntaron.
Por otro lado, desde ayer 09 de abril, se decidió aplicar los métodos restrictivos, como la cancelación de visitas familiares, aunque se extendieron los horarios para que los reclusos reciban enseres de uso personal y que las llamadas no mayores a cinco minutos sean gratuitas los fines de semana, en tanto se reestablece la asistencia de sus familiares.
Adicionalmente, la dependencia ha impulsado el traslado de presos para despresurizar el Centro Penitenciario de Cuautitlán, el cual se mantiene como el de mayor hacinamiento de la entidad, al registrar sobrepoblación del 350 por ciento.
Via: Hoy Estado.
