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El “no mentir, no robar y no traicionar” continúa siendo una demanda universal muy lejana, ajena o inexistente para aquellos que se acostumbraron al cochupo, a los arreglos por debajo del escritorio o a la especulación de bienes en beneficio personal amparados en siglas de otros partidos políticos.

En Coacalco un número importante de andadores, jardines, áreas de donación y espacios verdes cayeron en manos de particulares producto de la especulación o de la corrupción. La dimensión del problema ha imposibilitado que las autoridades morenistas del ayuntamiento puedan resolver el problema con eficiencia. Viejos grupos de poder se imponen aún.

Vecinos de Coacalco reúnen firmas para salvar Parque de Bosques del Valle

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Hay ejemplos como la barranca Los Acuales, ubicada entre las colonias Parque, Lomas y Bosques, en que la misma autoridad no sabe (cuando debiera saberlo) a quién pertenecen esos terrenos y vecinos aledaños al lugar ya han manifestado su intención de seguir invadiéndolos como lo han hecho ya algunas familias, valioso recurso ante el agresivo crecimiento urbano y la contaminación y que está en total descuido ya que se ha convertido en un tiradero de basura, sillones, perros muertos y cascajo.

En la barranca Los Acuales mientras una organización ambientalista y vecinos voluntarios luchan porque se decrete como área natural protegida para beneficio de todos los habitantes por la riqueza en flora y fauna, otras personas oportunistas han cercado lo que consideran en un futuro será suyo.

Esas personas fueron obligadas durante un gobierno municipal pasado a quitar su malla ciclónica en virtud de que no habían podido acreditar la propiedad, pero con la llegada de otras administraciones corruptas volvieron a delimitar parte del área natural y ahora el ayuntamiento de Coacalco no sabe cómo exigir la restitución al patrimonio municipal de esos terrenos porque asegura desconocer de quien son.

*Presidente de la ONG Franature / digitalmex.



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