La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, presentó al Congreso capitalino una serie de reformas para endurecer los castigos a conductores responsables de accidentes de tránsito que manejen alcoholizado o drogados.
Estas reformas legislativas a la Ley de Movilidad contemplan que los conductores puedan perder su licencia de manera definitiva y no podrán usar permisos de otras entidades federativas.
Señala que el objetivo es proteger a usuarios, conductores y terceros, es decir a transeúntes, así como disminuir el número de accidentes de tránsito, lesiones y muertes por esta causa.
En el caso específico de conductores de transporte público obliga a los concesionarios a que las pólizas de seguro de responsabilidad civil de sus unidades sean contratadas por empresas reconocidas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
El gobierno propone que aquellas personas que conduzcan en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas sean sancionados con 15 mil 998 pesos, además de que el vehículo será llevado al depósito.
Si lo hace por una segunda ocasión se le retirará de manera definitiva la licencia y estará obligado a asistir a un programa de rehabilitación.
El documento señala que tan solo durante 2019 en las zonas urbanas se registraron 14 mil 341 incidentes de tránsito.
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