Las autoridades anunciaron que este fin de semana cerrarían el Centro porque los comercios no respetaron las disposiciones.

A pesar del llamado las autoridades de la Ciudad de México, sobre la restricción del comercio en el Centro Histórico este fin de semana, capitalinos y comerciantes continuaron comprando y vendiendo en el primer y segundo cuadros de la zona; y sin ningún temor a posibles contagios por coronavirus.

Sólo algunos cerraron
El corredor turístico más importante del país, Madero, fue el único que respetó, a la de a fuerzas, la suspensión de actividades. Sin embargo, calles como la de 5 de Mayo, Tacuba y aledañas continuaron abriendo sus cortinas sin ningún problema.

Las calles del primer cuadro, a pesar de estar vigiladas por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, lucían con gran número de paseantes, compradores y vendedores a cargo de Alejandra Barrios, la lideresa de comerciantes ambulantes de gran parte de la alcaldía Cuauhtémoc.

En algunas calles todo les valió
Pero a quienes de plano les valió la infección, y sobre todo las restricciones que dictó el gobierno local, se encuentran en las calles detrás de Palacio Nacional.

Venustiano Carranza, Correo Mayor, Soledad, Jesús María, Manzanares, Alhóndiga, Roldán, y casi todas las calles del segundo cuadro del Centro Histórico, se encontraban repletas de clientes que hacían compras a través de las cortinas de los comercios y en puestos ambulantes.

El escenario de más peligro, está en La Merced, llegando a la calle de Circunvalación. Todos los negocios están abiertos, y los vendedores ambulantes invaden las banquetas, provocando que todos caminen apretados.

Via: Pasala