Abuelita de 83 años es agredida por su hijo en Cdmx
Abuelita de 83 años es agredida por su hijo en Cdmx

Celia, una abuelita de 83 años denunció a su hijo el pasado 19 de julio, sin embargo, hasta ahora las autoridades responsables del caso no la han apoyado.

La adulta mayor ha vivido golpes en el rostro, jaloneos, aventones, insultos… al parecer esto es algo común para la señora Celia Zendejas Vargas; normalmente se le ven moretones en los ojos, se le escuchar gritar, llorar…

Es constantemente violentada en su domicilio de la alcaldía Gustavo A. Madero, el hombre que la agrede es su hijo, un adicto identificado como Julio Soto Zendejas de 56 años.

Durante mucho tiempo fue manipulada y amenazada por su hijo para que no lo denunciara, pero el pasado 19 de julio la señora Celia se decidió. Tras ser golpeada una vez más, acudió a la Fiscalía de Justicia de la Ciudad (FGJCDMX) para presentar una denuncia en su contra.

En el lugar la analizó un médico legista. Y clasificó sus lesiones “Presenta equimosis irregular violácea de cuatro por tres centímetros en párpado inferior, izquierdo, aumento de volumen de tres por tres centímetros en región malar de lado izquierdo, zona equimótica irregular amarillenta de seis por nueve centímetros en región pectoral izquierda…” eso se lee en parte de lo que registró.

Sin embargo, parece que de nada sirvió que la señora Celia se decidiera a acudir ante las autoridades, aunque ha pasado casi un mes desde que la abuelita fue agredida, no la han apoyado, la Fiscalía de Investigación del Delito de Violencia Familiar no ha hecho nada por cuidarla.

Se sabe que Celia y su agresor continúan viviendo bajo el mismo techo en la unidad San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero y las amenazas en su contra no han cesado.

El relato de la agresión quedó registrado dentro del expediente CI-FIDVF/AEAM/UI-3/S/D/00652/07-2021.

De acuerdo con la denuncia, ese día ella estaba en su recámara hablando por teléfono con otra de sus hijas, cuando Julio Soto entró, le colgó la llamada y le cuestionó por qué le contaba cosas.

Mientras lo hacía, “me dio dos cachetadas, una pegándome en mi ojo izquierdo y la otra pegándome en mi mejilla del lado izquierdo, decía que también todo el mundo le faltaba al respeto, me pega a la altura del pecho, no recuerdo cuántas veces lo hizo”, relató la mujer ante la autoridad.

En esa ocasión, por la angustia y los nervios, la señora Celia buscó encender un cigarro, pero el sujeto la tomó del brazo, la jaloneó y la aventó mientras le decía que se fuera a fumar a otro lado.


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